Ganar o Perder

Ganar o perder

Esto de ganar o perder tiene varias perspectivas, y estas tienen que ver con los hábitos emocionales, el estado de ánimo, el ego, los constructos mentales.

Cuando ganamos, celebramos, nos inunda la alegría y nos sentimos más seguros. Aún así, el ganar conlleva variados desafíos, desafíos para sostener la coherencia, para mirar trascendentemente, planificar con cordura los pasos siguientes, pensar con generosidad y nobleza comprendiendo que las propias acciones afectan si o si a los otros. Ganar conlleva responsabilidad, honestidad para velar por el bien común. Aceptar y reconocer que en el camino podemos cambiar de idea dándole la bienvenida a la flexibilidad en apertura a lo nuevo y al cambio.

Cuando perdemos, la tristeza nos invade junto con la desesperanza. Nuestra mente construye escenarios probables amenazantes y de derrota, construimos bandos donde surgen los enemigos relacionales. Habitar la desesperanza es cerrarnos a nuevas posibilidades, es bloquear toda posibilidad y credibilidad para que surja lo nuevo.

Aún cuando creemos perder, estamos ganando, si, porque la vida es un constante aprendizaje. Por consiguiente, el perder nos invita a mirar con mayor perspectiva, nos invita a flexibilizarnos observando las propias rigideces mentales, aquellas que sostenemos desde nuestro ego por miedo a lo que no conocemos, miedo a lo nuevo, miedos a los cambios. El perder es una oportunidad para generar nuevas visiones en apertura.

Lo que nos entrampa en la desesperación es el ego, esa parte de nosotros que es un ruido constante de juicios, de pensamientos lineales, condicionantes y limitantes.

Si observamos detenidamente la naturaleza, podemos ver en sus ciclos destrucción y creación. Si comprendemos el Big Bang, veremos que para que surgiera todo lo creado que conocemos y desconocemos, primero hubo una gran explosión atómica, luz y oscuridad, y tanto más. Pues, al comprender esto, siento confianza. Confianza, ante los movimientos sociales, mundiales e individuales.

Todo tiene un sentido, nos cuesta comprender el sentido porque estamos habituados al miedo, por mucho que no nos guste y no lo queramos, el miedo si no lo entendemos en su rol nos nubla la mente y caemos en la desesperanza.

La cordura es traer la mente al corazón, es integrar y unir.

Cada cierto tiempo de la humanidad, algo tiene morir para que algo nuevo surja. Si nos resistimos, más lento y doloroso será el tiempo de cambio y transformación social.

Hoy en mi país hay elecciones presidenciales, se presentan dos fuerzas opuestas. El estado de ánimo de mi país hoy es de miedo, rabia, esperanza y desesperanza. ¿Qué nos muestra esto? ¿Qué estaremos necesitando ver para sumar, integrar y unificar? ¿Qué hemos perdido como humanidad? ¿Individualmente y como colectivo, a qué nos está invitando la sabiduría de la existencia?

Personalmente no le temo al caos, porque comprendo que este es una fuerza para ordenar lo necesario, aquello que no vemos a simple vista o que no queremos ver o hacernos cargo, aquello que tiene que morir, aquello que nos aporta evolutivamente, aquello que nos reconecta con nuestro origen divino. Algo nuevo se está gestando en mi país, aquí en la tierra y en el universo.  Permitamos que esta gestación se manifieste, confiemos.

Ganar o perder es la misma fuerza, según lo que elijamos ver dentro y fuera.

Para gestar unidad algo tiene que morir, y en este camino la invitación es soltar los viejos condicionamientos y estructuras mentales que nos fraccionan.

Amados y Amadas, la esperanza es la puerta de infinitas posibilidades.

Un abrazo de apertura consciente y transformadora a través de madre tierra y los rayos del sol central.

Con amor y confianza

Alejandra Hammerschlag V

 

4 Comments

  1. Juan

    Excelente!!
    Gracias por esta reflexión.

    Juan

    • Alejandra Hammerschlag

      Querido Juan, me alegra que sea un aporte para tu vida las reflexiones que publico.
      Estamos todos entrelazados.
      Un abrazo

  2. F.

    Querida Alejandra, está reflexión cierra nuestro aprendizaje del último taller. Nos diste un impulso tremendo además de las numerosas herramientas. Qué grande!
    Honestamente… qué cambio ha provocado en la forma de relacionarme con la vida, con las personas! (Y ni qué decir en el trabajo)
    Gracias gracias y siempre gracias.
    F.

    • Alejandra Hammerschlag

      Un honor contar con tu presencia activa. Celebro contigo tus aprendizajes del alma.
      Un abrazo cálido de corazón a corazón!

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