Ciclos y Pausas

 
¿Les ha ocurrido que pasan períodos de turbulencia interna o de desconexión con lo que les mueve?
Entonces, comenzamos a cuestionarnos y tratamos de darnos argumentos variados e incluso dejamos la duda a una posible depresión. Pues, nada de eso. Todo en la vida está formado por ciclos de expansión y contracción, y dentro de esos ciclos ocurren mini ciclos que pueden durar unas horas, medio día o un par de días y luego pasan.

Trataré de explicarlo lo mejor posible.
Para reconocer nuestros ciclos de expansión debemos saber que es cuando estamos creativos, entusiasmados, llenos de energías y pasión. En contracción, estamos en pausa, semejante al invierno en la naturaleza. En contracción sentimos la necesidad de estar para adentro, observar, escuchar, decantar como si estuviéramos esperando algo. En contracción estamos gestando un recurso nuevo, o un nivel mayor del mismo recurso, o una forma diferente. Recuerden que nada es lineal, ni siquiera el tiempo.

Cuando hemos aprendido lo que teníamos que aprender para nuestra propia evolución sea a través de alegrías o dolor viene el período de anclaje, donde lo aprendido se afirma en nosotros y en la tierra. Semejante a cuando se cumple el ciclo de germinación de una semilla y comienza a echar sus raíces en la tierra. Al igual que nosotros, en las semillas germinadas ocurre la transformación, será una flor, será una planta, será un árbol. Nosotros estamos en constante transformación desde la gestación en adelante. Cada uno adquiere una forma de identidad física, mental y emocional.

Toda transformación pasa por ciclos. Estos tienen su propio pulso, vibración, frecuencia, fuerza y dirección. Cuando cambiamos de un ciclo a otro (transición transformacional) en ese período es natural que nos sintamos desorientados, medios perdidos o perdidos, turbulentos y revueltos a nivel físico, mental y emocional. Ese período es el ajuste, nos estamos adecuando a una nueva forma interna que no es visible. Si no sabemos qué nos está ocurriendo, es bueno saber reconocer que estamos saliendo de un ciclo y entrando a uno nuevo. El saberlo nos brinda tranquilidad y nos regala la sabiduría de la paciencia en la espera, sabiendo que es un ajuste y no que estamos mal internamente.

Ocurre otro hecho más. Si lo que antes nos movía y apasionaba, ahora no es así, probablemente para lo que viene no necesitaremos por un tiempo ese recurso del cual dispusimos antes. Entonces, ese recurso quedará en pausa para que podamos despertar, activar y desarrollar un nuevo recurso muy necesario dentro de nosotros para nuestra ruta de vida. Cuando lo hayamos logrado, entonces volverá y se combinará con el nuevo.

Comparto este conocimiento para que vayamos aprendiendo a aprender a leer la vida, reconociendo en cuál ciclo estamos y saber que en ocasiones se suman mini ciclos que nos afectan por un lapso corto en comodidad o incomodidad interna.

¡Seamos amorosos y gentiles en cada ciclo con nosotros mismos!

Un abrazo cálido de gratitud
 
Alejandra Hammerschlag V

 

One Comment

  1. Xavier

    Gracias por ésta espléndida reflexión… explicación. Jamás se me hubiera ocurrido verlo desde este punto de vista.
    Me has encendido una luz. Gracias Alejandra!

    Saludos desde Barcelona
    Xavier

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