Libre albedrío

En mi adolescencia creía que el libre albedrío era hacer lo que quiero y como yo quisiera, me fascinaba la sola idea, esto me impulsó a tomar decisiones en mi juventud que a mi juicio en aquella época fueron tomadas en total libertad, a elegir caminos y a saborear la libertad que yo me daba.
Comencé a preguntarme por qué de algunos de esos caminos escogidos había adversidad, entonces en mi búsqueda, comprendí que esos lugares, situaciones o personas eran para lograr mi maestría interna. Luego en mi adultez surgen más preguntas ¿a qué me invita esto que estoy viviendo? ¿Qué es lo que tengo que aprender de esto? Fui comprendiendo, que lo primero era conocerme más y fortalecer mi carácter. Comprendí que nada en mi vida era al azar, que había un diseño único para cada uno.
Aprendí que el libre albedrío se instaura en la adultez, antes no está disponible. Mientras tanto estamos formándonos y desarrollando nuestro ser en su identidad, anclándonos a la materia. Tuve que pasar por una serie de experiencias previas para darme cuenta, que, el libre albedrío es hacer lo que vinimos a hacer, según los dones que cada uno porta.
 
Lo que cada uno haga en su libre albedrío, es su responsabilidad. A mayor consciencia haremos buen uso de nuestro propio libre albedrío. En esto, nuestras elecciones y acciones dependerán si estamos aportando en coherencia a nosotros mismos y a nuestros valores.
 
Dentro del libre albedrío hay componentes internos y externos. No todo depende de uno mismo, estamos entrelazados con otros, vivimos en un ambiente y entorno con sus propias características que queramos o no inciden en cada uno de nosotros. Factores que nos pueden afectar para bien o mal. Pondré un ejemplo, elijo comer sano, cuidar mi cuerpo físico, mental y emocional. Sin embargo, si los alimentos consumidos están con pesticidas, antibióticos y hormonas por mucho que elija comer sano, estoy sin darme cuenta ingiriendo lo que no es bueno para mi cuerpo. Aquí entra el factor externo, la responsabilidad social de las industrias agrícolas, químicas y farmacéuticas. Las noticias, afectan a nuestro sistema mental y emocional, dado que generalmente comunican y promueven el miedo en sus diversas formas. Está en cada uno de nosotros, saber elegir a qué le damos poder dentro de nosotros, saber elegir conscientemente en cuál fuerza queremos vibrar.
 
El libre albedrío va también de la mano el saber filtrar la información y discernir, sumar distintos puntos de vistas, identificar los pisos falsos, las post verdades, las creencias limitantes. Estar despiertos, reflexionar y ampliar nuestra mirada nos permite hacer buen uso de nuestro libre albedrío.
 
El libre albedrío es aportar con nuestros dones al servicio de la humanidad, es saber ir más allá en la construcción de un mundo mejor. Aprender de nuestros errores, enmendar, perdonarnos y saber perdonar a otros. El libre albedrío es con otros, para nuestro más alto bien y el de los demás. Conlleva prudencia en el hablar, comunicar. Conlleva sabiduría para escuchar y procesar. Conlleva la búsqueda de sentido y la responsabilidad para el bien personal y social. 
 
El libre albedrío se nutre inteligentemente del desarrollo individual, a través del entendimiento y comprensión, identificando el vaso medio vacío y el vaso medio lleno para equilibrar las polaridades de cada fuerza interna y externa dentro del ser para hacer en libertad responsable, comprometidos con lo que hemos nacido haciéndonos conscientes para dar y recibir.
 
Todo tiene sus propósitos, no es al azar el lugar geográfico donde nacemos, no es al azar la familia y el entorno, no es al azar el aspecto físico. Todo ha sido dispuesto para nuestro aprendizaje y el de los demás para el desarrollo evolutivo. Comprender esto y seguir la ruta sináptica nos permite entender los entrelazados y darnos cuenta la dirección y fuerza de nuestro libre albedrío.
 
Liberarnos de los prejuicios y juicios es un acto nutritivo mental, emocional y físico para la conducción de nuestro libre albedrío en bien estar y bien ser y el de los demás.
¿Cuáles son tus dones?
¿Cuáles están en su sombra y quisieras llevarlos a su luz?
¿A qué te ha invitado e invita hoy tu libre albedrío?
 
Honro mi ser y honro tu ser en un abrazo de gratitud plena, el yo se constituye con los demás.
Alejandra Hammerschlag

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